Locura sociológica - Por Adriano Peirone

Oscar Masotta, Josefina Ludmer, Horacio González o el resto literario de lo social

  • Martes 9, 16 y 23 de agosto de 19 a 20.30h

  • 9 de Julio 1122.

  • Entrada libre y gratuita. Cupos limitados

En cada momento donde los abordajes o las descripciones del malestar colectivo no logran ser captados por lo autodefinido científico, el recurso a lenguajes externos ha servido para abrir las metáforas que el pensamiento de lo social no divisa o no produce. Hay una serie de figuras de Roberto Arlt que han sido manipuladas, en distintos momentos de la historia nacional, para hacer una política de los intelectuales. Una interpretación, diría Josefina Ludmer: que la obra arltiana fue el plafón literario que ha servido al mundo de las ideas argentinas para captar imágenes de las fugas y las imposibilidades sociales y subjetivas en distintos momentos de nuestro país.

En encrucijadas de fuerte malestar, como el actual, Arlt fue objeto de lectura, pero también de operaciones. El grupo Contorno realizó la conocida propuesta de canonizarlo, contraponiéndolo al entronizado Jorge Luis Borges, de la Revista Sur y las letras globales; cercano a ese grupo, pero diferenciándose, el polifacético Oscar Masotta tuvo en Arlt la excusa para desmarcarse de Contorno y desplegar una serie de imágenes sobre lo popular de fortísima potencia que, sin embargo, no son lo justamente rescatadas por el mundo de las ideas nacionales, toda vez que se reduce sus textos sobre Arlt a un anticipo de sus posteriores “etapas” psicoanalíticas o pop-arteras; Josefina Ludmer, lo supo tomar como acaso el eje decisivo de lo que se trató su proyecto: identificar la literatura nacional como un síntoma de lo social, a través de la manera en que nuestras letras se relacionaron con la cuestión del delito, es decir, con la norma y las instituciones; Horacio González, ha dejado innumerables huellas para ubicar, en lo que Arlt abre sobre la experiencia del pueblo, ciertas claves de sus tesis sobre la picaresca en la cultura nacional, sobre la risa de lo maldito y la burla frente al saber experto. 

Como la sociología autodenominada ‘científica’ en sus momentos de institucionalización tuvo, en puentes con el psicoanálisis, una forma de presentificar las inflexiones subjetivas de la sociedad “de masas”, el ensayismo tuvo, a su vez, con esa corriente, vasos comunicantes tan explícitos como políticos, a la hora de proponer un pensamiento “crítico”. Desde Gino Germani al mencionado grupo Contorno, se pusieron piedras para hablar del sujeto y la sociedad, allí donde no podía decirse todo lo que se contenía en el no saber sobre lo popular acallado. El presente seminario, de tres encuentros, buscará abrir esas hipótesis de lectura -de esos autores, de lo social y lo literario- para pensar en común ciertas imágenes aparecidas en distintos momentos, en obras y autores relevantes de nuestras narrativas -ficcionales y científicas- con ánimo de abrir un campo de reflexión donde lo ensayístico no puede prescindir de lo instituido, pero menos lo científico de lo metafórico. A la misma vez, proponerse la difícil pero inevitable tarea de abrir la caja de nuestros textos nacionales, con ánimo de sacarlos de una defensa vana de tareas disciplinares, e indagar la forma en que han influenciado tanto los imaginarios colectivos como también los académicos o intelectuales, muchas veces osificando bandos, a la larga, estériles. 

Así, cuestiones como las representaciones sobre la movilidad social, sobre las aporías subjetivas de la “integración” o la “inclusión”, los cuellos de botella de los planteos sobre las clases medias, las artimañas de la vida popular para batir la escalera del mérito, las figuras del desclasamiento, como también la del destino, la clase, y las aporías del progresismo, serán cuestiones inmersas en el universo que buscaremos abrir.

 

Primer Encuentro
Locura sociológica. Masotta, la extracción popular y las clases (a) medias. 

Segundo Encuentro
Josefina Ludmer.
El cuerpo del delito. El contorno grupal y la locura literaria 

Tercer encuentro
El destino malentendido. El saber popular para Horacio González.

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