La enfermedad de la fuerza

Ensayos sobre una pasión que asedia A cargo de Marcelo Percia

  • Dos encuentros: Viernes 4 de noviembre, 19 a 21h | Sábado 5 de noviembre, 10 a 12h

  • Facultad Libre, 9 de Julio 1122

  • Actividad gratuita, inscripción previa

Inscripción

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Introducción:

La fuerza no como dolencia personal e individual sino como pasión dañosa que asedia la historia de las civilizaciones.

Recordemos unos versos del taoísmo, tal vez escritos quinientos años antes de los tiempos cristianos por Lao Tsé (quizás mal traducidos): “Nada hay en el mundo más blando y frágil que el agua. / Sin embargo, solo ella puede moldear la roca más dura / y fuerte. / En eso es irremplazable. / Lo débil puede vencer a lo fuerte. / Lo blando puede vencer a lo duro”.

Tal vez se podría pensar en el encanto de una debilidad que no venza a la fuerza, que no se interese por ganar esa partida. Una debilidad soberana. Una fragilidad que copule con lo que se desvanece. Una suavidad que aloje lo que truena y estalla. Una delicadeza que acoja lo irremediable. Una común debilidad que fantasmee a través de los muros de todas las fortalezas.

Algunos asuntos:

1.

Enfermedad de la civilización

Fuerza como transfusión de ánimo y fuerza como imperativo del poder.

Infinitivos de la fuerza: dominar, poseer, destruir.

Fuerza. Guerra. Virilidad.

Fuerza. Miedo, Temeridad.

Fuerza. Cosificación.

Costras de la fuerza: indolencia, impasibilidad, indiferencia, anestesia


2.

Poder. Impoder.

Mucho saber. Poco saber.

Expulsión. Acogida.

Acogidas de la debilidad.


Bibliografía.

La Ilíada o el poema de la fuerza. Simone Weil (1940).

Las tretas del débil. Josefina Ludmer (1984).

Memorial. Audre Lorde (1994)

Encerrona trágica. Fernando Ulloa (1998).

Potencia de la dulzura. Anne Dufourmantelle (2013). 

El pañuelo. Horacio González (2019)-


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